No se trata de una nueva tendencia, se trata de LA tendencia fiel de cada primavera, eso sí, con modificaciones en su patrón actualizándose a un estilo baby doll.
Cada temporada podemos ver como vuelve a aparecer y a reinterpretarse, siendo pieza clave en la que invertir ya que siempre es una imprescindible de la temporada.
Los vestidos baby doll parten de un corte más dulce ceñido o ajustado en la cadera con manga corta over size. Los tonos son más oscuros que otros años y marcan la estructura a través del cosido con algún bolsillo de detalle en el pecho.
Los vestidos vaqueros siempre vuelven, sea como sea su forma, transmitiéndonos recuerdos de diferentes épocas y siendo compañero de nuestros días de primavera.