Ashley Graham se define como modelo, diseñadora y activista del cuerpo. Una mujer cuyo nombre se hizo viral cuando buena parte del universo de la moda se negó a vestirla por tener una talla 44.
En poco tiempo pasó de ser una modelo sólo conocida en el mundo plus size a ocupar portadas y titulares. Ashley Graham tiene una constitución fuerte y la ha tenido toda la vida, no sabe lo que es ser delgada y la palabra ‘gorda’ era algo que le provocaba un miedo irracional y que le llevó durante muchos años a someter su día a día a pastillas, dietas imposibles y muchos complejos.
La falsa idea de que la belleza está ligada a la delgadez está haciendo que se instale en nuestra cabeza un concepto erróneo y dañino para la sociedad. Pero gracias a personas como Ashley Graham, cada vez estamos más concienciados de la necesidad de cambio.
Forbes la incluyó en su lista de ’30 personajes más influyentes con menos de 30′ y la prestigiosa agencia de modelos IMG -que representa a Kate Moss, Giselle Bündchen por ejemplo- inauguró la tendencia de la apuesta por las plus size fichándola a ella.
Y ahora es la imagen de marcas como la firma de lencería Lane Bryant, Levi’s, Calvin Klein o de la italiana Marina Rinaldi, una de sus favoritas gracias a su eslogan #WomenAreTheFuture que más que un claim es un grito de guerra.
Para ayudar a las mujeres alrededor del mundo a quererse tal y como son y a no avergonzarse de sus curvas, Ashley Graham trata de lanzar un mensaje de fuerza con cada trabajo que hace. Además, es cofundadora de Alda, «un colectivo de modelos que representan la belleza más allá de la talla y desafía las nociones convencionales de la industria de la moda». Y da conferencias como su famosa TED Talk en la Universidad de Berklee, «¿Talla grande? Di mejor: Mi talla», que acumula ya más de cinco millones de visionados en YouTube.
Pero aunque Ashley defienda su caso particular de mujer de talla grande, lo que defiende va más allá de la gordura. Se trata de ser conscientes de que el cuerpo hay que cuidarlo y quererlo, que unos nacen con una constitución delgada y otros al contrario, y no pasa nada. Mientras estemos sanos, nadie tiene derecho a decirnos cómo deberían ser nuestros cuerpos para ser perfectos.
Os dejamos con su charla, estamos seguras de que os gustará 😉