Estos días en las que muchas debemos acudir a eventos como comuniones o bodas se escucha más que nunca la frase que todas hemos pronunciado alguna vez…”¡No se qué ponerme!” Y es que aunque tengamos mucha ropa, algunas prendas nos quedan mejor que otras, pero claro, no siempre podemos repetir modelito. Para que esto no nos vuelva a suceder y para que a partir de ahora toda la ropa que nos compremos nos quede genial, vamos a ver qué tipo de vestido debemos llevar según la forma de nuestro cuerpo.
Existen multitud de vestidos y la gran mayoría son preciosos. Al mismo tiempo, cada una de nosotras tenemos un tipo de cuerpo, y todas somos preciosas, lo único que debemos hacer es resaltar nuestras virtudes e intentar disimular aquello que nos guste menos. Para eso, en primer lugar lo más importante es darnos cuenta de qué tipo de cuerpo tenemos, observando la relación entre hombros, cintura y cadera; posteriormente sabremos qué resaltar y qué disimular.
- Reloj de Arena: Si los hombros y la cadera tienen una proporción similar y la cintura está muy definida, tendremos este tipo de cuerpo. En este caso, la mayoría de vestidos quedan genial, pero para aportar más elegancia al look deberíamos llevar una prenda que marque la cintura, los vestidos ceñidos serían una opción y cualquier color o print quedaría muy bien.
- Rectangular: En este tipo los hombros y las caderas también están alineados pero la cintura no está definida, de modo que no produce las curvas que tanto buscamos. Para ello, lo mejor es llevar vestidos ajustados en la parte superior que marquen la cintura y que en la parte inferior produzcan un cierto volumen. En este caso debemos evitar los cuellos redondos o cuadrados y sustituirlos por los que tienen forma de “V” así como evitar los collares cortos y sustituirlos por los que son más largos, de ese modo se estilizará la figura. Otra buena idea es llevar un vestido que en la parte superior tenga un color liso y en la parte inferior tenga algún tipo de estampado, para que produzca sensación de volumen.
- Triangular: Este tipo de cuerpo se caracteriza por tener los hombros más estrechos que la cadera y una cintura bien definida. Para conseguir equilibrar las proporciones de la cadera y los hombros, debemos llevar vestidos que resalten la parte superior y que marquen la cintura, nunca la cadera. Un ejemplo sería un vestido con tirantes finos y la parte superior vaporosa que en la parte inferior tuviera más caída o fuera más ajustada, pero siempre teniendo en cuenta que la diferencia se marcara en la cintura.
- Triángulo invertido: Al contrario que el anterior, los hombros son más anchos que las caderas, por lo tanto debemos optar por disimular la parte de arriba y resaltar la zona inferior. En este caso, es aconsejable decantarse por vestidos que sean sencillos o que tengan líneas verticales en la parte superior y que tengan adornos o más volumen en la parte inferior. Si a esto le sumamos unos tacones, además de aportarnos altura nos ayudará a crear más armonía a la forma de nuestro cuerpo.
Ahora ya sabéis qué tipo de cuerpo tenéis cada una y qué os favorece más, por eso esperamos que estos tips os ayuden a estar muy a gusto con el look que hayáis elegido y sobre todo con vuestro cuerpo ¡que es precioso, sea como sea!