Por fin hemos vuelto a observar un estilo de vida más o menos habitual al que conocemos, siempre cuidándonos pero con muchas ganas de disfrutar de todos esos momentos que se perdieron estos últimos años.
Los festivales han resultado ser el gran protagonista de este año junto a una nueva estética que no pasa desapercibida y nos hechiza con sus mil colores, formas, estampados…
Desde tie dye hasta tachuelas y botas altas para protegerse del terreno de barro. Toda una experiencia sensorial llena de música y estilo que no deja indiferente a nadie y que con el paso del tiempo cada vez resultan ser más populares.
Una nueva tendencia creada a través de una cultura musical de fiesta y que en ocasiones se relaciona con series de Netflix como euforia que marcan esa esencia de fantasía con brillos y purpurina en detalles y maquillajes.
Estos looks hablan por si solos de una generación a la que principalmente le importa disfrutar de la vida. Se trata de looks cómodos y frescos ya que estos festivales pueden durar todo el día, junto con complementos fáciles de llevar y a la vez llamativos: pequeños brillos en los ojos, purpurina en las mejillas, ojos llenos de color, pendientes y collares, cuantos más mejor, pequeñas trenzas en el pelo con ganchitos en forma de mariposa… una gran variedad de opciones con las que arriesgar, probar y disfrutar.
