Ahora que junto con el buen tiempo se acercan eventos de todo tipo, debemos tener claro qué ponernos en cada uno de ellos, y eso, aunque parezca fácil, no lo es tanto ya que no solo debemos tener en cuenta la moda sino también el protocolo básico. Pero tranquilas, aquí os dejamos una guía rápida para estar perfectas en cada ocasión.
En primer lugar debemos tener claro que vestir adecuadamente no está reñido ni con la comodidad ni con el estilo, se trata simplemente de adaptar nuestro look al momento, al tipo de evento y a la época en la que este se celebre, pero siempre destacando nuestra personalidad y atendiendo a aquello que nos haga sentir cómodas, ya que eso nos aportará la verdadera elegancia.
Básicamente podemos diferenciar la vestimenta según cuándo se celebre el evento:
Si el evento es de día…
Podemos optar por un vestido de cóctel o un conjunto de dos piezas, siempre teniendo en cuenta que el largo máximo de la falda sea de apenas unos centímetros por debajo de la rodilla. Es muy recomendable llevar siempre medias ya que aporta un mejor acabado al look…¡y un mejor colorcito de piel!
En cuanto a los zapatos, deben ser de tacón medio o alto, conseguirán estilizar nuestras piernas y harán que resalte el vestido que hayamos elegido. Y hablando de este tema, no sigáis preocupándoos por combinarlos con el bolso, sabemos que esa moda ha estado muy arraigada pero por suerte ahora tenemos más libertad a la hora de elegir el complemento. Lo mejor que podemos hacer es buscar un clutch o una cartera de fiesta que resalte algún color o detalle del vestido o del conjunto que vayamos a ponernos. ¡Os encantará!
Si el acontecimiento lo requiere, podemos optar también por un sombrero o un tocado que haga conjunto con la ropa. Nos aportará mucho estilo aunque debemos saber que a lo largo del evento, en ningún momento nos lo podemos quitar, se considera una parte de la vestimenta, no un complemento.
El maquillaje no solo es importante, sino que es prácticamente obligatorio. No por ello debemos llevar capas y capas de base y polvos, un maquillaje de día debe ser discreto y poco intenso, pero aún así debe resaltar correctamente la forma de la cara y de los ojos.
Y finalmente, ya sabéis que los detalles son los que marcan la diferencia, por eso también queremos que prestéis atención al perfume que uséis. Para los eventos de día se aconsejan fragancias más frescas y suaves. ¡No paséis por alto este punto!
Si el evento es de noche…
Un vestido largo será lo más apropiado, aunque también se aceptan conjuntos de dos piezas con faldas largas, y no olvidéis poneros medias. Los zapatos, aunque no se vean, también deberán ser de tacón alto y al igual que por el día, tampoco tienen por qué combinar con el bolso. Este complemento debe ser más pequeño, un clutch es la elección ideal, y debe resaltar alguno de los detalles del vestido.
Es aconsejable llevar joyas, pocas pero de calidad. En este punto recobra importancia la famosa expresión “menos es más”. Y algo muy importante, no debemos llevar reloj de pulsera a no ser que sea una joya.
Para estos eventos también está permitido llevar tocados o sombreros, estos últimos en caso de que no hayamos optado por un vestido largo, aunque siempre teniendo en cuenta que deben ser mucho más pequeños que los de eventos de día, sino estaremos exagerando el look y desapareceremos entre él.
En cuanto al maquillaje, en este caso también es obligatorio y debe ser un poco más intenso. Los ojos y las facciones de la cara deberán remarcarse más, por supuesto siempre de un modo elegante, no sirve de nada subir el tono del maquillaje ya que lo único que podrá ocurrir es que creemos ese indeseado efecto careta.
Y por último, el perfume deberá tener un aroma más intenso, pero controlad siempre la cantidad que os pongáis, sino puede resultar desagradable para los demás invitados.
En resumen, según vaya anocheciendo la longitud de las faldas va aumentando, los bolsos, sombreros y tocados van disminuyendo y el maquillaje y el perfume se van intensificando. Fácil, ¿verdad?